Mis lectores más conspicuos recordarán este episodio (analizado ya en artículo y podcast) donde un adolescente literalmente se desvanece frente a familiares para aparecer a casi dos kilometros de distancia. Y últimamente estoy recibiendo numerosas consultas por privado, mail, etc., respecto a si el caso «quedó en la nada». Explico la situación en pocas líneas. Primero: con el grupo del IPEC (Instituto Planificador de Encuentros Cercanos) dedicados al caso (Emanuel Giudice, Quique Marzo, Rodolfo Tenorio y un servidor) seguimos trabajando en silencio. Como bien sabemos, la premura «periodística» suele estar reñida con los tiempos de la investigación. Seguimos en contacto -casi diría «semanal» con el chico y la familia (la que en este momento está pasando un difícil trance pues en el seno de la misma se disparó un grave problema de salud de uno de sus miembros que obliga a tiempos que hay que respetar). El caso, también, tiene una pata jurídica: estamos tratando de tener acceso a la investigación de oficio que abrió Fiscalía la que, por otra parte, no tiene interés en compartir (ni en términos de investigación ni periodísticamente) sus pasos, por lo que decidimos que un abogado tomara intervención por nuestra parte. También dispusimos un psicólogo clínico que tomará el caso -ahora en espera de que se acomoden esos tiempos que comenté-. Ante tanto «ufólogo de Youtube» que cree que «investigar» es editar un video que obtenga lo más rápido posible la mayor cantidad de «me gusta», nuestro criterio es otro. Incidentalmente, me gusta aplicar un criterio llamado «contraencuesta» que consiste en dejar pasar un tiempo y volver sobre ciertas preguntas a la búsqueda eventual de contradicciones o complementos. Y, como se comprenderá, una «contraencuesta» no puede ser, por su propia naturaleza, de un mes para otro. En síntesis: sin parecer descortés para con el público, estos criterios son para nosotros prioritarios y no la nota en los medios o los pedidos de «conclusiones» que, en cualquier caso, siempre pueden ser provisorias. En el camino y a título personal y en tanto no encuentre evidencias concretas de fraude (porque como rumor, es lo primero que se echa a correr) sigo pensando que estamos anter un caso de teletransportación. Estimo (tentativamente) que en dos meses estaremos presentando públicamente un nuevo informe.
Escuchar PODCAST: AFR Nº 186: Caso Hernandarias: ¿Abducción o Teleportación?
